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Cáncer de vejiga

Dr. Juan Carlos Huerta Gómez • Feb 28, 2024

El cáncer de vejiga es un tipo de cáncer que afecta a las células que forman los tejidos de la vejiga, el órgano en forma de bolsa ubicado en la parte inferior del abdomen que almacena la orina producida por los riñones antes de ser eliminada del cuerpo a través de la uretra. Esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en adultos mayores.


El cáncer de vejiga puede desarrollarse en diferentes partes de la vejiga. Los tipos más comunes de cáncer de vejiga son:


  • Carcinoma urotelial: Este tipo de cáncer se origina en las células que cubren el interior de la vejiga y es el tipo más común de cáncer de vejiga.


  • Carcinoma de células escamosas: Este tipo de cáncer tiene su origen en las células escamosas, células delgadas y planas que recubren la vejiga.


  • Adenocarcinoma: Es un tipo de cáncer que se origina en las células glandulares que producen y liberan la mucosidad -y otras sustancias- necesarias para el funcionamiento del órgano. El adenocarcinoma de vejiga es un tipo de cáncer menos común en comparación con el carcinoma urotelial y el carcinoma de células escamosas.

Causas y factores de riesgo

El cáncer de vejiga puede tener múltiples causas, y en muchos casos, se cree que es el resultado de la interacción entre factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Algunas de las principales causas y factores de riesgo asociados con el cáncer de vejiga incluyen:


  • Tabaquismo: Fumar cigarrillos es la causa principal del cáncer de vejiga. Los productos químicos presentes en el humo del tabaco, como el arsénico y los hidrocarburos aromáticos policíclicos, pueden dañar la pared de la vejiga y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.


  • Exposición a productos químicos: La exposición ocupacional o ambiental a ciertos productos químicos, como el arsénico, los tintes utilizados en algunas industrias, la ciclofosfamida (un medicamento utilizado en quimioterapia) y algunos herbicidas, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga.


  • Edad y género: El cáncer de vejiga es más común en adultos mayores y los hombres, en comparación con las mujeres, tienen un mayor riesgo de desarrollarlo.


  • Antecedentes familiares: Tener familiares cercanos, como padres o hermanos, con antecedentes de cáncer de vejiga puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad.


  • Infecciones crónicas de la vejiga: Algunas infecciones crónicas de la vejiga, como la esquistosomiasis (una enfermedad parasitaria transmitida por ciertos tipos de agua dulce), pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga en algunas regiones del mundo.


  • Consumo de ciertos medicamentos: El uso prolongado de ciertos medicamentos, como la fenacetina (que solía ser un analgésico común), puede aumentar el riesgo de cáncer de vejiga.


  • Radiación: La exposición a la radiación ionizante, como la radioterapia para tratar otros tipos de cáncer, también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga.



Es importante tener en cuenta que la presencia de uno o más de estos factores de riesgo no garantiza que una persona desarrollará cáncer de vejiga, pero sí aumenta la probabilidad. Además, muchas personas con cáncer de vejiga no tienen factores de riesgo conocidos.

Síntomas

Los síntomas del cáncer de vejiga pueden variar dependiendo de la etapa y la ubicación del tumor, así como de otros factores individuales. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:


  • Hematuria: Este es el síntoma más común del cáncer de vejiga. Se presenta como sangre visible en la orina, que puede ser de color rojo brillante o tener un tono más oscuro.


  • Micción frecuente y urgente: Las personas con cáncer de vejiga pueden experimentar una necesidad urgente y frecuente de orinar, incluso si la vejiga no está llena.


  • Dolor o sensación de ardor al orinar: El cáncer de vejiga puede causar molestias al orinar, que pueden incluir dolor, ardor o sensación de escozor.


  • Dolor en la parte baja del abdomen o en la espalda: Algunas personas con cáncer de vejiga pueden experimentar dolor en la región abdominal inferior o en la parte baja de la espalda, especialmente si el tumor ha crecido o se ha extendido a otros tejidos cercanos.


  • Cambios en los hábitos urinarios: Esto puede incluir dificultad para orinar, sensación de no vaciar completamente la vejiga, o cambios en el patrón de flujo urinario.


  • Dolor en los huesos: Aunque con mucho menor frecuencia, en etapas avanzadas de la enfermedad, el cáncer de vejiga puede propagarse (metastatizar) a los huesos, lo que puede causar dolor óseo, especialmente en la pelvis, la cadera o la columna vertebral. 



Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden estar asociados con otras condiciones médicas, como infecciones del tracto urinario o enfermedades de la próstata en hombres o enfermedades del útero u ovarios en las mujeres. Sin embargo, si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o preocupante, es importante que consultes a un médico especialista (urólogo de preferencia con experiencia en cáncer) para recibir una evaluación adecuada y un diagnóstico preciso. El diagnóstico temprano del cáncer de vejiga puede mejorar significativamente las perspectivas de tratamiento y supervivencia.

Diagnóstico

El diagnóstico del cáncer de vejiga generalmente involucra una serie de pasos y pruebas que pueden incluir:


  • Historial clínico y examen físico: El médico comenzará por obtener información detallada sobre tus síntomas, antecedentes médicos y factores de riesgo. Luego realizará un examen físico para buscar signos de cáncer de vejiga u otras afecciones relacionadas.


  • Análisis de orina: Se puede realizar un análisis de orina para detectar la presencia de sangre u otras anomalías que podrían indicar la presencia de cáncer de vejiga. Este análisis puede incluir la realización de un examen microscópico de la orina para buscar células cancerosas (citología).


  • Cistoscopia: Este es un procedimiento en el que se utiliza un cistoscopio, un tubo delgado rígido o flexible con una cámara en el extremo, para examinar el interior de la vejiga y la uretra. Durante la cistoscopia, el médico puede identificar cualquier anomalía, como tumores, y tomar muestras de tejido para biopsia si es necesario.


  • Biopsia: Si se encuentra una anomalía durante la cistoscopia, se puede realizar una biopsia. Durante este procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido de la vejiga para su análisis en el laboratorio. Esto ayuda a confirmar el diagnóstico de cáncer de vejiga y a determinar el tipo y la gravedad del cáncer.


Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de cáncer de vejiga y se ha determinado la etapa de la enfermedad, se puede planificar el tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia y puede variar según el estadio y la extensión del cáncer, así como otros factores individuales.

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de vejiga depende de varios factores, incluyendo el tipo y estadio del cáncer, la salud general del paciente y sus preferencias personales. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes para el cáncer de vejiga incluyen:



1. Cirugía.

La cirugía es uno de los tratamientos principales para el cáncer de vejiga y puede incluir varias opciones, como:


  • Resección transuretral de vejiga (RTUV): Se utiliza para extirpar tumores pequeños y superficiales de la vejiga. Durante este procedimiento, se introduce un instrumento delgado a través de la uretra hasta la vejiga para extirpar el tumor.


  • Cistectomía parcial: En algunos casos, se puede realizar una cirugía para extirpar solo una parte de la vejiga que contiene el tumor.


  • Cistectomía radical: Esta cirugía implica la extirpación completa de la vejiga y puede ser necesaria en casos de cáncer de vejiga invasivo al musculo o de alta agresividad.


  • Linfadenectomía: De manera complementaria a la cistectomía radical se deben extirpar los ganglios linfáticos cercanos a la vejiga para evaluar si el cáncer se ha propagado.


Es importante señalar que el cáncer de vejiga tiene un porcentaje de recurrencia muy alto, cercano al 70%, después de realizar la resección transuretral, por lo que existen tratamientos complementarios a la cirugía (adyuvantes) -si se trata de tumores No musculo invasores- que se aplican directamente a la vejiga, y posterior a la realización la resección transuretral, con la finalidad de disminuir el riesgo de recurrencia o progresión de la enfermedad. Estos tratamientos locales intravesicales son:

a) Quimioterapia intravesical

b) Inmnunoterapia intravesical



2. Quimioterapia sistémica.

La quimioterapia puede administrarse por vía endovenosa antes o después de la cirugía de cistectomía radical. También puede usarse sola o en combinación con radioterapia. La quimioterapia puede ayudar a reducir el tamaño del tumor, destruir células cancerosas restantes y prevenir la recurrencia.


3. Radioterapia.

La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede administrarse externamente mediante una máquina (radioterapia externa) o internamente mediante implantes colocados directamente en la vejiga (radioterapia interna o braquiterapia). La radioterapia puede utilizarse en combinación con la quimioterapia sistémica o en algunos casos en forma paliativa para mejorar o disminuir síntomas como la hematuria -presencia de sangre en la orina- .


4. Inmunoterapia.

La inmunoterapia estimula el sistema inmunológico del cuerpo para que reconozca y destruya las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia, como los inhibidores de puntos de control inmunitario, pueden ser una opción de tratamiento para el cáncer de vejiga avanzado o metastásico.



El tratamiento del cáncer de vejiga generalmente requiere un enfoque multidisciplinario con la colaboración de varios especialistas, como urólogos, oncólogos médicos, radioterapeutas y enfermeras especializadas en cáncer. El plan de tratamiento específico se personaliza según las necesidades individuales de cada paciente y puede implicar una combinación de estas opciones de tratamiento.

Pronóstico

El pronóstico del cáncer de vejiga varía considerablemente según varios factores, que incluyen el estadio del cáncer, el tipo y grado del tumor, la profundidad de afección en la pared vesical, la respuesta al tratamiento y la salud general del paciente. En general, el pronóstico es más favorable para los cánceres diagnosticados en etapas tempranas, no músculo invasores y que se tratan de manera efectiva; sin embargo, las perspectivas pueden ser menos favorables en casos de cáncer de vejiga con invasión a la muscular propia y en etapas avanzadas o metastásico.


Algunos factores que pueden influir en el pronóstico del cáncer de vejiga incluyen:


1. Estadio del cáncer: El estadio del cáncer de vejiga se determina por la extensión del tumor y si se ha propagado a otros tejidos u órganos. Los cánceres en etapas tempranas (estadios 0 y I) tienden a tener un pronóstico más favorable que los cánceres en etapas más avanzadas (estadios II, III y IV).


2. Tipo y grado del tumor: El tipo de células que componen el tumor (por ejemplo, carcinoma de urotelio, carcinoma de células escamosas) y su grado de diferenciación (cuán anormales son las células) también pueden influir en el pronóstico. Los tumores de bajo grado tienden a crecer y propagarse más lentamente que los tumores de alto grado.


3. Respuesta al tratamiento: La respuesta del cáncer de vejiga al tratamiento, ya sea cirugía, quimioterapia, radioterapia u otras terapias, puede tener un impacto significativo en el pronóstico. Una respuesta completa al tratamiento puede mejorar las perspectivas de supervivencia.


4. Factores del paciente: La edad y la salud general del paciente también pueden influir en el pronóstico. Algunas condiciones médicas preexistentes pueden afectar la capacidad del paciente para tolerar ciertos tratamientos.



Es importante tener en cuenta que el cáncer de vejiga es altamente variable en términos de pronóstico y que cada caso es único. Algunas personas pueden experimentar una remisión completa del cáncer y vivir muchos años sin recurrencia, mientras que otras pueden enfrentar desafíos significativos incluso con un tratamiento agresivo.

Para obtener información específica sobre el pronóstico de un caso individual de cáncer de vejiga, es importante hablar con un médico urólogo u oncólogo que pueda proporcionar una evaluación detallada basada en el historial médico y las características específicas del cáncer de esa persona.

Prevención

La prevención del cáncer de vejiga implica adoptar hábitos y medidas que puedan reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Aunque no se pueden evitar todos los casos de cáncer de vejiga, hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo:


  • Dejar de fumar: El tabaquismo es el factor de riesgo más importante para el cáncer de vejiga. Dejar de fumar o no comenzar a fumar puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga.


  • Evitar la exposición a productos químicos peligrosos: Limitar la exposición a productos químicos industriales y ambientales conocidos por aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, como el arsénico y ciertos tintes, puede ayudar a reducir el riesgo.


  • Beber suficiente agua: Mantenerse bien hidratado puede diluir los productos químicos en la orina y reducir la exposición de la vejiga a sustancias carcinógenas.


  • Adoptar una dieta saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, y baja en grasas saturadas y carnes procesadas, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de vejiga.


  • Mantener un peso saludable: La obesidad y el sobrepeso pueden aumentar el riesgo de cáncer de vejiga. Mantener un peso corporal saludable a través de una dieta balanceada y ejercicio regular puede ayudar a reducir este riesgo.


  • Evitar la exposición a la radiación: Limitar la exposición a la radiación ionizante, como la radioterapia para otros tipos de cáncer, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de vejiga inducido por la radiación.


  • Seguir las medidas de seguridad en el trabajo: Si trabajas en una industria donde estás expuesto a productos químicos conocidos por aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, asegúrate de seguir las medidas de seguridad adecuadas y utilizar equipo de protección personal según sea necesario.


  • Hacerse exámenes médicos regulares: Realizarse chequeos médicos regulares puede ayudar a detectar cualquier signo de cáncer de vejiga en etapas tempranas, cuando es más tratable.



Al adoptar estas medidas de prevención puede ayudar a reducir tu riesgo de desarrollar cáncer de vejiga. Si tienes antecedentes familiares de cáncer de vejiga u otros factores de riesgo, consulta con un médico, de preferencia urólogo con experiencia en manejo del cáncer, para obtener recomendaciones específicas sobre la prevención y detección temprana del cáncer de vejiga.

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