El cáncer de pene es una patología poco común en comparación con otros tipos de cáncer; sin embargo, es muy importante conocer sus aspectos básicos. El cáncer de pene, también conocido como carcinoma en los tejidos del pene, son lesiones que se presentan principalmente en forma de verrugas o con aspecto de “coliflor” sobre la piel que cubre la punta del pene (prepucio) o directamente sobre la punta del pene (glande) - aunque puede aparecer en cualquier parte del órgano masculino- y generalmente malolientes o que sangran con facilidad.

Causas y factores de riesgo

El cáncer de pene puede ser causado por una combinación de factores, y aunque no siempre se puede identificar una causa específica en cada caso, existen varios factores de riesgo conocidos que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Algunas de las causas y factores de riesgo del cáncer de pene incluyen:

• Falta de higiene: La falta de higiene adecuada, especialmente la acumulación de esmegma (una sustancia que se acumula debajo del prepucio en los hombres no circuncidados), puede aumentar el riesgo de irritación crónica y posiblemente contribuir al desarrollo del cáncer de pene. Esta es probablemente la principal causa ya que el esmegma se considera “cancerígeno” cuando no es factible eliminarlo con aseo.

• Infección por el virus del papiloma humano (VPH): La infección por ciertos tipos de VPH se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pene. Los tipos de VPH 16 y 18 son particularmente preocupantes en este sentido.

• Historia familiar: La existencia de antecedentes familiares de cáncer de pene puede aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad.

• Fimosis: La fimosis es una condición en la que el prepucio no se puede retraer completamente sobre el glande del pene. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones crónicas, inflamación, y acumulación de esmegma lo que a su vez puede aumentar el riesgo de cáncer de pene.

• Tabaquismo: El tabaquismo ha sido asociado con un mayor riesgo de cáncer de pene. Los productos químicos presentes en el tabaco pueden entrar en contacto con los tejidos del pene y aumentar la probabilidad de cambios malignos.

• Parafimosis: La parafimosis es una complicación que ocurre cuando el prepucio se retrae detrás del glande y luego no se puede volver a colocar en su posición normal. Esta situación puede causar inflamación y daño a los tejidos, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer.

• Exposición a productos químicos: La exposición crónica a ciertos productos químicos, como algunos productos de limpieza industrial, se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de pene en algunos estudios.

• Edad avanzada(*): Aunque el cáncer de pene puede ocurrir en hombres de cualquier edad, es más común en hombres mayores pero no por la edad, sino "porque el aseo tiende a ser menor a mayor edad".

Es importante mencionar que no todos lo hombres con factores de riesgo desarrollarán cáncer de pene, pero su riesgo es mucho mayor y que muchos hombres que presentan cáncer de pene no tienen factores de riesgo conocidos. La detección temprana y el tratamiento oportuno son cruciales para disminuir las tasas de mortalidad, por lo que es fundamental que los hombres estén conscientes de los síntomas y busquen atención médica si experimentan cambios preocupantes en su área genital.

Síntomas

Los síntomas del cáncer de pene pueden variar según la etapa en la que se encuentre la enfermedad y la ubicación exacta del tumor. Algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de cáncer de pene incluyen:

• Cambios en la piel del pene: Puedes notar cambios en el color, la textura o la apariencia de la piel del pene, como áreas rojas, blancas o pigmentadas, erupciones cutáneas, o engrosamiento de la piel.

• Bulto o nódulo en el pene: La presencia de un bulto en forma de verruga o “grano” en el pene, generalmente en la cabeza (glande) o en el cuerpo del pene, es un síntoma común. Habitualmente las lesiones son persistentes y no responden a tratamientos con cremas aplicadas localmente.

• Úlceras o llagas persistentes: Las úlceras o llagas que no sanan en el área del pene pueden ser un signo de preocupación. Estas lesiones pueden ser dolorosas o indoloras.

• Secreción con mal olor: La presencia de secreción con mal olor que proviene del área del pene es otro síntoma que puede indicar la presencia de cáncer.

• Ganglios linfáticos inflamados: En algunos casos, el cáncer de pene puede diseminarse a los ganglios linfáticos en la región inguinal (ingle), causando hinchazón o inflamación en esa área.

Es conveniente destacar que estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones médicas menos graves, como infecciones o irritaciones. Sin embargo, si experimentas cualquiera de estos síntomas de manera persistente o preocupante, debes buscar atención médica. La detección temprana es clave para un tratamiento exitoso del cáncer de pene. Un médico realizará una evaluación adecuada, que puede incluir exámenes físicos, pruebas de imagen y biopsias para confirmar o descartar la presencia de cáncer.

El diagnóstico del cáncer de pene implica una serie de pasos que incluyen la evaluación clínica y, a menudo, una biopsia para confirmar la presencia de células cancerosas. A continuación explico el proceso de diagnóstico:

• Evaluación clínica: Un médico especializado, como un urólogo -de preferencia con experiencia en manejo de cáncer-, realizará una evaluación clínica completa. Esto incluirá revisar tus antecedentes médicos, hacer preguntas sobre los síntomas que puedas estar experimentando y llevar a cabo un examen físico del pene y los ganglios linfáticos en la región inguinal (ingle) para buscar signos de cáncer o inflamación.

• Biopsia: Para confirmar el diagnóstico de cáncer de pene, generalmente se realiza una biopsia. Durante una biopsia, se toma una muestra de tejido del área sospechosa o del tumor para examinarla bajo el microscopio. La biopsia puede realizarse de diferentes maneras:

Biopsia por escisión: En esta técnica, se extirpa todo el tumor o una parte significativa del mismo para su análisis.

Biopsia de ganglio linfático: Si se sospecha que los ganglios linfáticos en la ingle están afectados, se puede realizar una biopsia de uno o varios ganglios linfáticos para determinar si contienen células cancerosas.

Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer de pene, se determinará la etapa de la enfermedad (si está localizado o se ha diseminado) y se planificará el tratamiento adecuado según la situación del paciente.

Tratamiento

El tratamiento para el cáncer de pene depende de varios factores, como la etapa en la que se encuentra el cáncer, la ubicación y el tamaño del tumor, la salud general del paciente y sus preferencias personales. Los principales tratamientos para el cáncer de pene incluyen:

1. Cirugía

a. Cirugía de conservación del pene: En las etapas tempranas del cáncer de pene, es posible que se realice una cirugía para extirpar solo el área afectada del pene, conservando la mayor parte del órgano. Esto se conoce como cirugía de preservación del pene o cirugía de Mohs. Puede ser una opción si el tumor es pequeño y no se ha diseminado.

b. Penectomía parcial o total: En casos más avanzados o cuando la cirugía de conservación del pene no es factible, se puede realizar una penectomía parcial (extirpación de una parte del pene) o una penectomía total (extirpación completa del pene).

2. Radioterapia

La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir células cancerosas. Puede ser utilizada como tratamiento principal después de la cirugía para eliminar células cancerosas residuales; sin embargo, los resultados no son tan favorables. También se puede utilizar en casos en los que la cirugía no es una opción como medida paliativa, es decir únicamente con propósitos de mejorar los síntomas pero no para erradicar la enfermedad.

3. Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos anticancerígenos para matar o controlar las células cancerosas. A menudo, se utiliza en casos de cáncer de pene avanzado o cuando el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Frecuentemente puede utilizarse previo a una cirugía principalmente cuando hay afectación de ganglios inguinales.

4. Inmunoterapia

La inmunoterapia es un tratamiento que estimula el sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer. Algunos medicamentos de inmunoterapia, como el pembrolizumab y el nivolumab, se han utilizado solo en ensayos clínicos para el tratamiento del cáncer de pene avanzado -no existe antecedente de su uso para las etapas iniciales-.

El tratamiento específico dependerá de la situación de cada paciente y de la recomendación de un equipo médico multidisciplinario que incluya urólogos, oncólogos, radio oncólogos y otros especialistas. Es importante discutir las opciones de tratamiento, los riesgos y beneficios con el equipo médico y tomar una decisión informada.

El pronóstico del cáncer de pene depende en gran medida de varios factores, como la etapa en la que se diagnostique el cáncer, la ubicación y tamaño del tumor, la presencia o ausencia de metástasis (diseminación a otras partes del cuerpo), la respuesta al tratamiento y la salud general del paciente. En general, el pronóstico tiende a ser más favorable cuando el cáncer se detecta en sus etapas iniciales. A continuación, se describen algunas consideraciones generales sobre el pronóstico del cáncer de pene:

1. Etapa del cáncer: La etapa en la que se encuentra el cáncer de pene es un factor importante para determinar el pronóstico. Las etapas iniciales, como las etapas 0, I y II, tienen un pronóstico más favorable, con tasas de supervivencia a largo plazo más altas. A medida que el cáncer se encuentra en etapas más avanzadas, como las etapas III y IV, las tasas de supervivencia disminuyen.

2. Diseminación del cáncer: Si el cáncer se ha diseminado a ganglios linfáticos cercanos o a órganos distantes, el pronóstico suele ser menos favorable. La detección temprana y el tratamiento antes de la diseminación son esenciales para un mejor pronóstico.

3. Respuesta al tratamiento: La respuesta al tratamiento puede variar de un paciente a otro. Algunas personas pueden responder de manera efectiva a la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia u otras terapias, lo que puede mejorar significativamente el pronóstico.

4. Recurrencia: La posibilidad de que el cáncer de pene regrese después del tratamiento también puede influir en el pronóstico. El seguimiento médico regular es importante para detectar y tratar cualquier recurrencia de manera temprana.

5. Factores individuales: La salud general del paciente, su edad y otros factores médicos pueden influir en el pronóstico. Los pacientes más jóvenes y en buen estado de salud general a menudo tienen un pronóstico más favorable.

Es vital destacar que cada caso de cáncer de pene es único, y el pronóstico puede variar ampliamente de un individuo a otro. La detección temprana, el tratamiento oportuno y el seguimiento médico regular son fundamentales para mejorar las posibilidades de supervivencia y la calidad de vida. Si has sido diagnosticado con cáncer de pene o estás en riesgo, es esencial trabajar en estrecha colaboración con un equipo médico especializado para determinar el tratamiento más adecuado y recibir apoyo durante todo el proceso.

La prevención del cáncer de pene implica la adopción de medidas que reduzcan el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

A continuación, te presento algunas recomendaciones para la prevención del cáncer de pene:

• Buena higiene genital: Mantener una higiene adecuada en el área genital es esencial para prevenir infecciones y reducir el riesgo de cáncer de pene. Lava el pene diariamente con agua tibia y jabón suave. Si tienes fimosis (una condición en la que el prepucio no se puede retraer completamente), consulta a un médico para discutir las opciones de tratamiento.

• Prácticas sexuales seguras: El uso de preservativos o condones puede reducir el riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VPH. Limitar el número de parejas sexuales y tener relaciones sexuales seguras puede ayudar a prevenir la infección por ITS.

• Exámenes médicos regulares: Realizarse revisiones médicas periódicas es fundamental para detectar cualquier cambio anormal en el área genital a tiempo. Si notas síntomas como bultos, úlceras, cambios en la piel o sangrado inusual, consulta a un profesional de la salud de inmediato.

• Abandono del tabaco: Fumar tabaco está asociado con un mayor riesgo de cáncer de pene. Dejar de fumar puede reducir este riesgo y mejorar la salud en general.

• Educación y conciencia: Es importante educarse acerca del cáncer de pene, sus factores de riesgo y síntomas. Esto te permitirá tomar medidas preventivas y buscar atención médica si es necesario.

• Cirugía de circuncisión: Algunos estudios sugieren que la circuncisión (extirpación del prepucio) en la infancia puede reducir el riesgo de cáncer de pene. Sin embargo, esta decisión debe ser discutida con un profesional de la salud y los padres deben considerar sus propias creencias culturales y religiosas.

• Seguimiento médico: Si tienes antecedentes familiares de cáncer de pene o factores de riesgo significativos, discute con un médico la necesidad de un seguimiento médico regular y exámenes de detección.

Recuerda que la prevención del cáncer de pene implica la adopción de múltiples medidas y la promoción de la salud genital y sexual en general. Consulta con un urólogo -y de preferencia con experiencia en el manejo de cáncer- para obtener orientación específica sobre la prevención y el manejo de este tipo de cáncer.